El finde pasado estuvimos juntos desde el viernes hasta el domingo. Después de dos noches seguidas de dormir con él... mi cama era el desierto de Sahara, un poco más frío eso si.
Terminamos de acondicionar su casita. Y yo me ocupé de darles un poco de bola a las plantas, que al igual que los peces, estaban un poco dejadas.
Limpio la pecera, me bardeó por rociar las hojas de las plantas con agua.
El miercoles a la noche fui a su casa. Y me invadió la ternura: La pecera estaba impecable! y con inquilinos nuevos: compró tres pececines más! y unas laguitas... estaba tan contento! Al rato de haber salido de su mundo acuatico me mira me da un abrazo fuerte y me dice "Gordi, viste tu plantita?" Y me señala la plnatita más pequeña a la que le hice un fashion emergency. Estaba preciosa! Había revivido!! estaba con las hojas totalmente abiertas y alzadas a la luz. Más verde y brillante. Estaba contenta. Y él también "Eso es por la energía y el amor que le trasmitiste el domingo. Es hermoso verla así... ahora yo la rocío todos los días". Y si, me morí del amor.
Cuando nos levantamos el jueves, mientras remoloneabamos en la cama me dice: "Ah, mañana es el cumple del hijo del pelado. Yo voy. Vos... si no tenes programa, y tenes ganas... podes venir. Bah estás invitada". Esa es nuestra cita de hoy. :)
